Este es el tipo más común de relé. Se basa en un principio electromagnético, en el que una corriente eléctrica pasa a través de una bobina que genera un campo magnético. Este campo atrae una pieza metálica llamada "armadura", que a su vez activa o desactiva un interruptor. Los relés electromagnéticos son conocidos por su fiabilidad y versatilidad. Son utilizados en una variedad de aplicaciones, como en sistemas de control de motores, circuitos de protección y sistemas de alarma.

    2. Relé de estado sólido (SSR)

    Los relés de estado sólido, a diferencia de los electromagnéticos, no tienen partes móviles. En lugar de eso, utilizan componentes electrónicos como transistores o tiristores para realizar la conmutación de circuitos. Este tipo de relé es conocido por su alta velocidad de respuesta y por ser muy resistente al desgaste, ya que no presenta piezas que puedan dañarse con el tiempo. Los relés de estado sólido se utilizan comúnmente en aplicaciones de control de potencia y en ambientes donde la fiabilidad a largo plazo es esencial. Empresas como Meishuo se han especializado en el diseño y la fabricación de estos relés, destacándose por su tecnología avanzada.