Un relé es un interruptor que se activa mediante una corriente pequeña, lo que permite controlar circuitos con corrientes más grandes sin necesidad de que el control esté directamente conectado a esas altas cargas. Esto lo convierte en un componente esencial en sistemas de automatización, control de motores, protección de circuitos y muchas otras aplicaciones. Sin embargo, para que el relé funcione correctamente dentro de un sistema, debe ser compatible con varios factores, como el voltaje, el tipo de corriente, las especificaciones de carga y las condiciones ambientales. La falta de compatibilidad puede llevar a fallos en el sistema, lo que a su vez podría causar daños a los equipos o poner en riesgo la seguridad.